Como decíamos, se trata de una dilatación evidente del intestino grueso. El megacolon congénito se presenta en las primeras semanas de vida del paciente, y se manifiesta con una gran retención de heces.
En el caso de ser secundario a una obstrucción, es frecuente que se deba por estenosis del canal pélvico. Por ejemplo, como consecuencia de una fractura, malformación o por presencia de una masa intraluminal o extraluminal que reduzca el diámetro de la luz.
Al diagnóstio de megacolon idiopático se llega por exclusión del resto de causas que puedan originar la patología. Se produce con mayor incidencia en gatos de más de ocho años de edad. Presentan un aspecto algo descuidado, depresión, pérdida de apetito y vómito, largos periodos de constipación que puede prolongarse, incluso, meses.
Los signos clínicos que el propietario debe observar son:
Es muy importante realizar pruebas de imagen
Para su diagnóstico es muy importante la realización de pruebas de imagen. La ecografía nos permite descartar presencia de masas intra o extraluminales. La radiografía nos ayudará a valorar la estenosis del canal pélvico. La colonoscopia o, incluso, REM nos permiten llegar a un diagnóstico exacto de la causa del megacolon.
Así mismo, es importante el realizar un examen neurológico detallado. También una exploración rectal, urianalisis, análisis de sangre completo, T4 y valorar el grado de deshidratación para completar el estudio diagnóstico.
Existe tratamiento médico y quirúrgico en aquellos casos que la respuesta al tratamiento médico es limitada.
Dependiendo de la severidad, se instaura un tratamiento médico más o menos agresivo para controlarlo.
Se recomienda dietas ricas en fibra y con un alto porcentaje de humedad para que aumente la incorporación de agua. Si no es suficiente con la dieta, se añaden laxantes para facilitar la eliminación de contenido, incluso, procinéticos para aumentar el peristaltismo una vez superada la retención de heces.
Es aconsejable la sedación del paciente para el vaciado manual y aplicación de enemas rectales que movilicen el contenido.
El tratamiento quirúrgico consiste en la eliminación de un 90% del colón mediante una colectomía subtotal. El paciente puede permanecer con diarrea incluso hasta por periodos cercanos a los 6 meses.
En Urgencias Veterinarias gracias a un protocolo individualizado en cada uno de los pacientes que padecen este proceso se ha conseguido unos resultados óptimos, que han supuesto una convivencia confortable y de calidad con sus propietarios.