La enfermedad renal es un trastorno que afecta al riñón y produce un deterioro de sus funciones. El mal funcionamiento de los riñones puede afectar a la presión arterial, la regulación de los minerales o la producción de glóbulos rojos.

 

¿Qué es la enfermedad renal?

La enfermedad renal o insuficiencia renal (término cada vez más en desuso) es un trastorno que afecta al riñón y produce un deterioro de sus funciones, que son muchas y complejas. Los riñones no sólo eliminan los productos tóxicos por la orina sino que también mantienen una correcta presión arterial. Además, regulan la cantidad de minerales en el organismo (fósforo, sodio y potasio) y participan activamente en la producción de glóbulos rojos. Por ello, su mal funcionamiento puede afectar al organismo en diferentes niveles.

 

Enfermedad renal aguda

En la enfermedad renal aguda el fallo se produce de forma rápida, en cuestión horas o días. Puede afectar a gatos de cualquier edad. Algunas de las causas más frecuentes que producen enfermedad renal aguda son:

            – Intoxicaciones: algunos medicamentos y productos químicos pueden resultar tóxicos para los gatos. Pesticidas, insecticidas, líquidos limpiadores, líquido anticongelante o toxinas de plantas como, por ejemplo, los lirios son tremendamente dañinos para los riñones del gato.  Por ello, si accidentalmente ingieren alguna de estas sustancias, deberías acudir urgentemente a tu veterinario.

En el caso de los medicamentos, compuestos como el ibuprofeno y algunos antibióticos, pueden producir una enfermedad renal aguda. Por ello, hay que evitar que lo ingieran por accidente y, en general, no darle medicación que no haya sido prescrita por un veterinario.

 

Traumatismos o caídas: los atropellos y las caídas desde grandes alturas pueden causarle a tu gato insuficiencia renal. Principalmente, si sufre una fractura de cadera o se daña la vejiga.

 

Infecciones y otros procesos inflamatorios que afecten a los riñones.

 

Piedras en el riñón o en las vías urinarias que bloquean la salida de la orina.

 

Deshidratación severa, golpe de calor e insuficiencia cardíaca: pueden provocar que no llegue suficiente sangre a los riñones y, por tanto, que haya un fallo renal agudo.

 

Enfermedad renal crónica

Cuando hablamos de enfermedad renal crónica el daño renal se ha producido de forma gradual durante meses o, incluso, años. Ésta es la más frecuente en gatos y suele afectar a aquellos de edad más avanzada (a partir de 8 años). Las causas más frecuentes pueden ser:

            -La edad: el envejecimiento hace que los riñones cada vez funcionen de forma menos eficiente y se observa de manera frecuente que los gatos de más edad pueden presentar diferentes grados de enfermedad renal crónica.

Predisposición genética: algunas razas como la persa o los gatos abisinios sufren ciertas patologías congénitas que afectan a los riñones y producen enfermedad renal crónica aun siendo muy jóvenes.

Tumores: algunos tumores afectan directamente a los riñones produciendo un mal funcionamiento de estos.

Infecciones

Piedras en el riñón u obstrucciones urinarias.

 

Síntomas

En la enfermedad renal aguda los síntomas aparecen de forma rápida y podrían ser: vómitos, pérdida de apetito, letargo, diarrea, halitosis, disminución o ausencia de la producción de orina  incoordinacion y/o convulsiones.

En la enfermedad renal crónica, como ya hemos mencionado, la disminución de la función renal es gradual y se asocia a una pérdida progresiva de tejido funcional renal. Por ello,  la mayor parte de los síntomas son progresivos. Aunque no siempre en los gatos son fáciles de identificarlos en casa ya que son animales que, por  su propia naturaleza, van a ocultar cualquier signo de “debilidad”.

Pérdida de peso progresiva, vómito crónico, pérdida de apetito, disminución de la actividad, pérdida de masa muscular, entre otros son los signos que podemos observar en la enfermedad renal crónica.

 

Tratamiento y pronóstico

El tratamiento requerirá la mayoría de las veces de hospitalización, en la que se le aplicará fluidoterapia endovenosa. El objetivo  de este tratamiento será corregir los desequilibrios de fluidos y electrolitos.

En el caso de la afectación aguda, el pronóstico dependerá de la gravedad del cuadro y de la causa primaria que esté produciendo la insuficiencia. Se estima la tasa de mortalidad en un 40% o más, variando en función de si existen otras patologías concomitantes y la severidad de los síntomas.

En la enfermedad renal crónica la supervivencia varía, en función del tiempo transcurrido hasta su diagnóstico y del tratamiento suministrado. Por ello, es muy importante, a partir de los 8 años, realizar revisiones de control. Estas revisiones deberán incluir analíticas, tanto de sangre como de orina, y ecografía. De esta forma, es posible detectar el comienzo de la patología y así retrasar lo máximo posible su progresión, dándoles a nuestros gatos una buena calidad de vida.

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